viernes, abril 21, 2006

LA SAGRADA FAMILIA por Martín Seeger

El primer comentario que recibí de esta película fue: “No pude continuar viéndola a causa de un mareo repulsivo provocado por el movimiento de la cámara y un montaje que me hacía perder cierto equilibrio”. Y aunque este comentario se refiere a un efecto sensorial producido por características formales, es también un comentario que calza con su temática. Es decir que la trasgresión temática y formal caminan entrelazadas y se funden indistintamente, pues al parecer no es posible hablar del tema y la historia alejándose de su estructura. Esta es la base de un resultado positivo, que denota estilo y unidad, independiente si estamos de acuerdo o no con los discursos que creemos comprender.

Toda película tiene por una parte un efecto sensorial y por otra uno representacional ligado a conceptos, figuras, palabras e ideas. Como una música acompañada de una letra, donde los puros sonidos instrumentales entregan algo distinto al texto o palabras dichas en la canción. Estamos frente a una gran canción cuando ambas partes construyen una unidad que por sí solas carecen de intensidad.

Cuando la cámara se mueve mostrando una persona hablando y alguien se marea, podemos decir que este efecto no es causa de lo que está diciendo la persona sino que del movimiento de la cámara, a no ser de un caso particular donde se tenga alguna relación especial con lo que se esté diciendo. Pero el asunto es que diga lo que diga el personaje, la percepción sensorial de las estrategias formales generan sentidos. Y La Sagrada Familia presenta evidentemente mayor trasgresión, interés y sentido a nivel formal que temático, pues habría que ser muy ridículo para escandalizarse con algún tipo de problema moral o religioso, o también para interesarse en algún tipo de problematización teórica.

La cámara hurga y busca en los personajes, como buscando heridas y cicatrices, encontrando la emoción del gesto espontáneo, nos convierte en intrusos que intentan desenmascarar bajo una cotidianeidad de gran credulidad. Creo, porque es un asunto incomprobable, que esta película hecha con planos fijos sería un desastre simplón o una teleserie nocturna, porque toda la complejidad e inestabilidad de los personajes esta dado en su forma de grabación y no en lo que dicen o les pasa. Por otra parte, llega un momento en que este recurso se va agotando y se comienza a dilucidar cierto melodramatismo y comenzamos a ver la historia de la película, que es lo menos interesante.

2 Comments:

Blogger bestia said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

2:08 p. m.  
Blogger bestia said...

Sabes, a mi también me pasó eso, tuve que salir en al mitad de la película a vomitar en el lujoso tolette del cine mark del Viña shoping.... se me subió el azucar y además me marié con la camara, fue todo un sacrifio ver esa pelicula, pero es excelente...
Yo al fui a ver principalmente para ver de que manera se abordaba la problemática gay en la película, y creo que aborda el tema d una manera nueva en el cine, puesto que hasta ahora todos lso personajes gays han sido asexuados en el cine y la televisión chilena, exceptuando al de reporteras urbanas (Gonzalo Robles) que se da un beso con el otro personaje (fernando Larrain)... Así que muy buena película

Saludos

2:13 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home